![]()
San Juan Bosco en 1844, la puso en el centro de la espiritualidad salesiana cuando soñó con una mujer que lo ayudaba a guiar a los jóvenes. Este sueño fue interpretado como un mensaje que venía de Dios, y desde entonces, San Juan Bosco promovió la devoción a la Virgen como una forma de buscar su intercesión y protección en su misión educativa. En 1865, se construyó la primera iglesia dedicada a ella en Turín, Italia, lo que marcó el inicio de una devoción que se expandiría por todo el mundo salesiano.
Para los salesianos, la Virgen Auxiliadora representa el amor maternal y la protección divina. Se la considera una madre que acompaña y guía a los jóvenes en su camino hacia la vida plena. La figura de la Virgen es un recordatorio constante de que, a pesar de las dificultades y desafíos, siempre hay un apoyo espiritual disponible. Esta creencia se traduce en una actitud de confianza y esperanza, tanto en la vida personal de los salesianos como en su trabajo con los jóvenes.
La festividad de la Virgen Auxiliadora, celebrada el 24 de mayo, es uno de los momentos más importantes del calendario festivo salesiano. En este día, se realizan diversas actividades, celebración de la Eucaristía, procesiones y encuentros comunitarios, que refuerzan la devoción y el sentido de pertenencia a la familia salesiana. Estas celebraciones no solo son una oportunidad para rendir homenaje a la Virgen, sino también para fortalecer los lazos entre los miembros de la comunidad y los jóvenes.
Esta devoción ha trascendido fronteras y se ha convertido en un símbolo de la misión salesiana en todo el mundo. En muchos países, los salesianos han establecido escuelas, oratorios (lugares para la educación en el tiempo libre) y centros de formación que llevan su nombre, promoviendo así la educación y el bienestar de los jóvenes.
En resumen, la Virgen Auxiliadora es una figura fundamental en la vida y misión salesiana. Su papel como madre y protectora inspira a los educadores a trabajar con amor y dedicación, mientras que su devoción fomenta un sentido de comunidad y pertenencia. A través de su intercesión, los salesianos encuentran la fortaleza y la guía necesarias para enfrentar los desafíos de su labor, siempre con la mirada puesta en el bienestar y el desarrollo integral de los jóvenes.
Joan Josep Moré, SDB
Jefe de Estudios ISCR Don Bosco
Comentarios recientes