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Los medios de comunicación social o de masas nos ayudan a relacionarnos con el mundo y nos conducen a una sociedad cada vez más global. Los hombres de nuestro tiempo que viven en la cultura mediática también necesitan que les hablemos de Jesucristo, utilizando el lenguaje que ellos entienden y sabiendo llegar hasta donde ellos se encuentran.

Cuando se comunica se hace partícipe a los otros de alguna cosa, transmitir experiencias, conocimientos, emociones, opiniones, informaciones. Una persona comunica cuando comparte con otros lo que hay en ella. Pero cada ser humano se comunica de diferente manera. En la medida en que nos comunicamos crecemos en conocimiento de nosotros mismos y de los demás. Es por la comunicación como aprendemos a conocernos, y a conocer a Dios; Él se comunicó con los hombres revelándose a lo largo de toda la historia, de manera especial en su hijo, el Verbo hecho hombre.

El Santo Padre Benedicto XVI en la carta apostólica Ubicumque et Semper (donde sea y siempre), confía al Consejo Pontificio para la Nueva Evangelización la tarea de estudiar y favorecer la utilización de las modernas formas de comunicación como instrumentos para la nueva evangelización. También hace alusión a los cambios socioculturales, destaca los grandes progresos de la ciencia y la técnica, la ampliación de las posibilidades de vida, los cambios en el área económica, la mezcla de etnias y culturas, causado por fenómenos migratorios masivos. Ante tal realidad Benedicto XVI hace referencia a la necesidad de evangelizar de manera diferente, adaptada a las necesidades de cada territorio, cultura o realidad social y religiosa, teniendo en cuenta que para anunciar el evangelio antes se ha de tener una profunda experiencia de Dios.

El evangelio es la Buena Nueva, es comunicar. Si el evangelio es esencialmente comunicar la buena noticia, entonces hay un motivo importante por el cual se hace necesario que un cristiano conozca y utilice los medios de comunicación; como cristianos estamos llamados a comunicar la Buena Noticia.

Jesús tenía gran capacidad para adecuar su mensaje según cada persona y cada situación, un ejemplo de esta facilidad de adaptación son las parábolas. Mediante ellas explicaba lo esencial del reino de Dios de manera que todo tipo de personas podía comprender lo que quería transmitir, especialmente los más sencillos. Aunque tomaba elementos de la vida cotidiana, sin embargo, no se perdía lo esencial de su mensaje. Jesús sabía hablar de cosas tan profundas con un lenguaje muy sencillo, porque él mismo en primera persona vivía las costumbres y actividades de su época, las enseñanzas recibidas de sus padres.

Para la Iglesia la comunicación del evangelio es una misión primordial, por lo cual siempre ha mostrado interés en todo aquello que favorece la evangelización. Como buena madre, la Iglesia, siempre se ha mostrado prudente en la adecuación del mensaje evangélico a las nuevas tecnologías, así como a otros avances científico-tecnológicos.

Es interesante citar algunas ideas sobre la importancia que han dado algunos pontífices a la adecuación y trasmisión del mensaje evangélico en los medios de comunicación: 

  • Carta apostólica del sumo pontífice Juan Pablo II a los responsables de las comunicaciones sociales. (2005).

El Papa Juan Pablo II, en la Carta apostólica a los responsables de las comunicaciones sociales, habla sobre la importancia del rápido desarrollo de las tecnologías en el campo de la comunicación, como signo del progreso de la sociedad y la necesidad de que la Iglesia no se quede al margen de los nuevos cambios socioculturales. 

El Papa invita a los cristianos a no utilizar los medios de comunicación sólo para difundir el Evangelio sino, sobre todo, integrar el mensaje de salvación en la “nueva cultura” que ellos crean y amplifican; advierte que el uso de las técnicas y tecnologías de comunicación contemporáneas forman parte de la misión de la Iglesia.

  • Decreto inter Mirifica (1963)

En el Decreto Inter Mirifica el papa Pablo VI habla sobre la urgente necesidad de evangelizar, ayudándose en la predicación de los medios de comunicación social; también indica la necesidad de enseñar a los hombres su recto uso.

Es importante la formación de una recta conciencia en el uso de los medios de comunicación, especialmente en los temas más debatidos en nuestros días. Ante temas importantes, quienes utilizan más directamente los medios de comunicación, han de esforzarse en que el contenido de la información dado a la sociedad sea verdadero e íntegro, que salve la justicia y la caridad. Además, la información ha de transmitirse de manera honesta y conveniente, es decir, debe respetar escrupulosamente las leyes morales, los derechos legítimos y la dignidad del hombre, tanto en la búsqueda de la noticia como en su divulgación.

  • Carta encíclica Redemtoris Missio (1990)

El Papa Juan Pablo II, en la Carta encíclica Redemptoris missio, en relación al tema de la misión, habla sobre cómo comunicar el evangelio en nuestro tiempo. El papa, refiriéndose al apóstol Pablo, dice que después de haber predicado en numerosos lugares, una vez llegado a Atenas se dirige al areópago donde anuncia el Evangelio usando un lenguaje adecuado y comprensible en aquel ambiente. 

Los medios de comunicación forman parte de la vida del hombre en todas sus dimensiones y le influyen fuertemente en su manera de ser, de pensar y de decidir; y las nuevas generaciones crecen en un mundo condicionado por estos medios.

  • Mensaje del Santo Padre Francisco para la LII Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales.

En nuestra época es común, en el contexto de comunicación, encontrar noticias falsas, las llamadas «fake news». En esta línea, la catequesis ha de ser un espacio de reflexión sobre la Verdad, lugar donde aprenda a distinguir la verdad, de aquello que no lo es. Desde la perspectiva que nos compete, como evangelizadores, el catequista ha de ayudar a descubrir el valor y la responsabilidad personal en la comunicación de la verdad.

En tiempos pasados los medios de comunicación tenían un tinte más formal y menos espectacular. En cambio, en los últimos años la idea del espectáculo aparece asociada a la cultura de masas; a la dinámica del deseo de satisfacción por la vía de la fascinación: a la cultura de masas se la relaciona con el placer, el hedonismo y el narcisismo, así como también con la economía y el consumo masivo. Hoy en día los medios de comunicación ofrecen experiencias consumibles donde la persona ya no hace experiencia por sí misma, sino que todo se le da hecho. 

Es importante, en la catequesis, insistir en la formación de criterios, que la gente sea consciente que una de las misiones que tienen los medios de comunicación es la de dar gusto al consumidor, satisfacer sus deseos de fascinación e inmediatez en la emoción y placer. Si se educa en discernimiento y criterios, la persona crecerá en madurez y libertad.

Rosaura Morales
Alumna de Licencia/Máster especialidad Pastoral


Extracto del trabajo realizado para la asignatura Pastoral en los medios de comunicación social

 

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