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En mi doble faceta, como antiguo alumno del ISCR Don Bosco y como profesor en la Universidad Salesiana de Ingeniería en Sarrià, me preocupa especialmente la poca utilidad que los jóvenes de hoy encuentran en la religión. Como mucho, algunos jóvenes señalan que quizás pueda servir para la ética o para la interioridad, pero poca cosa más.

Sin embargo, yo intento hacerles reflexionar que estos dos aspectos son ya de por sí muy útiles e importantes, y como consecuencia de ellos, podría añadirse un tercer factor. A saber:

  • La ética: La ética se ocupa de las relaciones entre las personas, por tanto, si la religión te ofrece unas relaciones de calidad con los demás, ya sólo por este aspecto puede resultar muy útil, pero hay además un detalle diferenciador clave: la ética conlleva un punto de esfuerzo: tienes que portarte bien con los demás; mientras que la religión es deseo: “ama a los demás como a ti mismo”. El verbo “tener que” es en su esencia completamente diferente del verbo “amar”. De forma que la religión va mucho más allá que la Ética, ya que ésta alberga una actitud de mínimos, en tanto que la otra nos muestra una actitud de máximos.
  • La interioridad: Actualmente se nos han puesto de moda muchas modalidades de interioridad: mindfulness, Yoga, Zen, Tai-Chi, etc. Está claro que las personas necesitan algún tipo de espiritualidad. Desde este punto de vista, la meditación cristiana es una opción más, y quizás la más rica y diversa en textos. A las personas que se trabajan por dentro se les nota una prestancia, un porte, superior a las que no lo hacen. Me gusta citar a personajes públicos para que se entienda esto: Messi y Nadal son deportistas que nunca se enfadan, no insultan, no protestan al árbitro, no chillan al adversario, no rompen raquetas… Se les nota una serenidad trabajada que les hace más eficientes. En el caso de Messi es claramente una interioridad cristiana, ya que en cada gol hace la señal de la cruz y envía besos al cielo, donde según él mismo declaró, se encuentra su “abuelita”.
  • El trabajo y los estudios: Les comento a mis alumnos que como consecuencia de los dos puntos anteriores: unas relaciones de calidad con los demás y una relación serena contigo mismo, se consigue una mayor claridad de ideas y una mejora en la toma de decisiones y en las relaciones, de forma que es mucho más fácil el crecimiento personal, tanto en lo intelectual como en lo profesional.

La conclusión que les ofrezco a los alumnos es que si uno analiza con serenidad y sin prejuicios verá que la religión es racionalmente muy útil.

Francesc Ballesté

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